¿QUÉ SUCEDE CON EL EQUILIBRIO QUÍMICO CUANDO
UNA PERSONA SE ENCUENTRA EXPUESTA A UNA ELEVADA CONCENTRACIÓN DE CO2?
LA HEMOGLOBINA
Recordemos que
la SANGRE es un líquido viscoso que circula por todo el cuerpo humano a
través de vasos cerrados y contiene, como pigmento respiratorio, “LA HEMOGLOBINA”.
La hemoglobina, un pigmento de color
rojo presente en los glóbulos
rojos de la sangre, es una proteína de transporte de oxígeno y que está compuesta por la globina y cuatro grupos Heme.
Cuando la hemoglobina se une al oxígeno se
denomina oxihemoglobina o hemoglobina oxigenada, dando el
aspecto rojo o escarlata intenso característico de la sangre arterial. Cuando pierde el
oxígeno, se denomina hemoglobina
reducida, y presenta el color rojo oscuro de la sangre venosa (se
manifiesta clínicamente por cianosis).
Los glóbulos rojos, conocidos también como eritrocitos o hematíes, son el componente más
abundante de la sangre, y actúan (por su componente de hemoglobina)
transportando el oxígeno. Como su nombre lo indica, son células de color rojo
(por el color de la hemoglobina).
Se fabrican en la médula roja de
algunos huesos largos, y la disminución en el número normal de glóbulos
rojos produce anemia.
EL PH DE LA SANGRE: Si, por ejemplo, la sangre se vuelve más ácida,
quiere decir que la hemoglobina está descargando más oxígeno a nivel de los
tejidos. El pH en los pulmones suele ser
alto, por lo que la hemoglobina que pasa a través de los pulmones tiene una
fuerte afinidad con el oxígeno, lo que favorece una elevada saturación. No obstante, a nivel de los tejidos, el pH
es más bajo, lo que provoca que el oxígeno se disocie de la hemoglobina y
suministre así este oxígeno a los tejidos.
TRANSPORTE DE DIÓXIDO DE CARBONO: El dióxido de carbono (CO2) también depende
de la sangre para su transporte. Una vez que el dióxido de carbono es liberado
de las células es transportado en la sangre principalmente de tres maneras:
1.- Una pequeña cantidad (entre 7 y 10 por ciento), disuelto en
el plasma
2.- La mayor parte (entre 60 y 70 por ciento), como iones de
bicarbonato resultantes de la disociación del ácido carbónico, que también ha
liberado iones de hidrógeno (H+) (acidez)
3.- Combinado con la hemoglobina.
La formación de iones de bicarbonato favorece la descarga de
oxígeno.
Equilibrio Químico…
Ahora bien, Cuando una persona se
encuentra sobre expuesta al gas CO2 -como podría suceder en un
bus urbano-, y la concentración de éste supere los niveles permitidos en el
aire, es decir, en concentraciones que impliquen riesgo de toxicidad, podría
predecirse que la cantidad de éstos compuestos en los alvéolos tendería a
aumentar también.
Un aumento en la presión de CO2 en
los alvéolos pulmonares, le permite a este gas tener una mayor solubilidad en
el agua, desde luego en un proceso ayudado por la enzima anhidrasa carbónica,
dando lugar a la formación de ácido carbónico H2CO3, el cual se disocia en
iones hidrógeno y bicarbonato.
Es importante tener en cuenta cómo esta
mayor presencia de CO2 en el organismo, y las variaciones que
se originan en la concentración de iones hidrógeno, influyen directamente en
otros eventos como por ejemplo los cambios de estructura de las proteínas, en
este caso la hemoglobina, alterando los mecanismos normales de transporte tanto
del oxígeno como del gas carbónico. Los cambios en la conformación de la parte
proteica de la hemoglobina, son críticos con respecto a la afinidad que la
proteína presenta por el O2.
Estos cambios permiten que la
hemoglobina pueda adaptarse eficazmente a diferentes ambientes de presión y pH.
A pH bajos, ésta tiende a protonarse con lo cual se modifican algunos enlaces
intramoleculares responsables de la afinidad de la proteína por el CO2.
Este proceso además de contribuir a evacuar el CO2, permite ejercer
una acción amortiguadora en el equilibrio ácido-base a nivel tisular.
También es importante agregar que el pH
en los pulmones es aproximadamente de 7.6 mientras que en los tejidos es
aproximadamente de 7.2. Esto explica por qué la hemoglobina capta con mayor
facilidad el O2 en los pulmones y lo libera más fácilmente en
los tejidos, en los que hay mayor concentración de iones hidrógeno. La hemoglobina
proveniente de zonas periféricas que llega a los pulmones necesita encontrar
unas condiciones de presión y pH precisos para descargar el CO2 y
los iones hidrógeno que trae desde los tejidos periféricos. Es precisamente ahí
donde juega un papel muy importante el hecho de que la concentración de CO2 en
los alvéolos pueda encontrarse en niveles anormales.
Puedo observar y analizar que el equilibrio químico
lo encuentro, para no ir tan lejos, en mi propio cuerpo y que la función transportadora de la
hemoglobina es un claro ejemplo de cómo el organismo se las ha ingeniado para
solventar el aporte permanente de O2 requeridos para sus funciones y como los procesos ligados al metabolismo no serian posibles sin las proteína con las propiedades bioquímicas de la hemoglobina.